Desde la Plaza del Mosquit tomamos la C/ Cervantes, giramos a la izquierda y llegamos a la Plaza de España. De la plaza a la C/ Campanario donde os proponemos un juego: ¿Dónde hay un gato de oro?
Llegamos a la Plaza del Beato Fco. Sendra y continuamos hasta el Torreó de la Peça y las antiguas murallas, cruzando el gran arco encontramos el Museo del Coleccionismo donde os invitamos a pasar un buen rato…
Una vez en la plaza de la Villa, donde se encuentra la Iglesia Parroquial Ntra. de las Nieves , giramos a la izquierda y en la C/ Francisco Zaragoza está la Galería de Arte Contemporáneo.
Descendiendo por las escaleras continuamos la ruta por la C/ Santísimo Cristo hasta la Plaza del Mestre Llopis donde podremos descansar y jugar con los niños en esta plaza, que ofrece: juegos de mesa, pizarras, mapas…! diviértete en la escuela!
Continuamos la ruta por la C/ Santísimo Cristo y llegamos al Museo de Historia y Arqueología, el yacimiento romano de los Baños de la Reina y la Pobla Medieval de Ifach tienen una gran relevancia. Al salir del museo bajamos por la C/ Soledad, donde se halla la fuente del “Santísimo Cristo del Sudor” , patrón de Calpe.
Llegamos a la C/ del Mar desde donde se ve, a la derecha, la Plaza Manuel Miró cuyo mural representa la historia del “Miracle”. Volvemos a la C/ del Mar para llegar a la Plaça dels Mariners, que rinde homenaje a las raíces marineras de Calpe.
Desde ahí accederemos al arrabal por la C/Puchalt y siguiendo la C/Santísimo Cristo, a la derecha, llegaremos a la C/San Roque. A la salida bajaremos por esta calle y girando a la izquierda alcanzaremos el Forat de la Mar.
Después de reponer fuerzas seguimos la ruta por la comercial Avda. Gabriel Miro para llegar hasta la playa Arenal- Bol.
Siguiendo por el Paseo marítimo Infanta Elena llegaremos hasta la Torre del Molí, antiguo molino donde se producía harina, y finalizamos la ruta contemplando los Baños de la Reina. Aunque en realidad se trata de una piscifactoría de época romana, la leyenda cuenta que en ellos se bañaba una reina mora que accedía a los mismos a través de un pasadizo que los comunicaba con la montaña.