Las instalaciones: el llavador, la caseta, los sifones, y demás obras complementarias, fueron inauguradas el día 15 de mayo de 1878, después de los dos años que se tardó en llevar a cabo la conducción subterránea desde el Pou Roig.
Los encargados de "la Font", que vivían en la caseta que allí se encontraba, asumían la labor de cobrar a los usuarios los cinco céntimos que costaban cada dos cántaros de agua y entre los 25 y 50 céntimos el lavado de ropa. A partir de los años cuarenta, empezó el reparto del agua a domicilio en caballerías y en carros habilitados al efecto, hasta que en 1963, debido al considerable aumento de la población, se dotó de agua corriente.
A finales de 1998, se emprendieron las obras de recuperación y desenterramiento de los senos de las dos pilas del lavadero que fueron enterradas con motivo de la construcción de la actual avenida.
El diseño de la reconstrucción, obra de los artistas Elías Úrbez y Esteban Juárez, abarca la edificación de un pórtico o "riu-rau", que acoge las pilas del antiguo lavadero; así como la rehabilitación de la caseta, en la que se localizaban los grifos, y la creación de una zona ajardinada.